El 26 de diciembre de 1898, Marie y Pierre Curie anunciaban el descubrimiento del radio, elemento químico presente de manera natural en las menas de uranio y, en menor medida, en las de torio.
Marie Curie descubrió el radio cuando estaba separando el uranio de la uraninita sin refinar, un mineral rico en uranio y mena de este elemento, y observó que esta era más radiactiva que el uranio separado. Tras refinar varias toneladas de uraninita, logró obtener pequeñas cantidades de un compuesto parecido al bario.
Los Curie se dieron cuenta de que este compuesto era insoluble y lo separaron todavía más, lo que les llevó a descubrir un nuevo elemento: el radio.
Durante muchos años no se conocieron bien las propiedades del radio, y ahora sabemos que el matrimonio corrió riesgos al manipularlo. En aquella época se le atribuían al radio erróneamente propiedades terapéuticas y este se añadía a distintos productos, entre otros, dentífricos y cremas faciales. También se utilizó en la pintura radioluminiscente de diversos mecanismos como los relojes.
